Let it go!...

Tan fácil decirlo, escribirlo, pensarlo... el verdadero reto es llevarlo a cabo.

Liberarse de situaciones, pensamientos, lugares, costumbres y/o personas, que ya no caben, que no funcionan, que simplemente ya no..., es una de las tareas más difíciles de ejecutar durante esta montaña rusa por la que todos pasamos que es vivir.

El ser humano por naturaleza rechaza y le teme a los cambios, nos rehusamos a salir de esa falsa zona de confort, de lo que conocemos, de lo que nos es familiar, de ahí, por ejemplo: matrimonios sostenidos bajo mera costumbre, pero escasos de amor.

Nos olvidamos de que todo, absolutamente todo es pasajero y que nuestro deber principal en este mundo es disfrutar el momento, amar, sentir, vivir, sin aferrarnos a nada ni nadie, la pregunta es: "Cómo le hacemos saber eso a nuestro corazón?"; "De que manera puedo decirle adiós a aquello que llego a ser tan importante?"; "Cómo romper ese hilo energético, sin perder nuestra esencia en el intento?".

En el transcurso de mis casi 30 años de vida, me he formulado tantas, pero taaaantas veces las mismas preguntas, he leído, puesto en práctica algunos ejercicios, dejado pasar el tiempo mientras me mantengo fuerte, y entre otras cosas, lo que tengo muy claro hasta ahora, es que no podemos permitir dañar nuestra paz física, mental y espiritual.

Como dice Beret (Compositor Español): "Al mundo le sobra gente rota y necesita de verdad personas fuertes que sepan unir".

Quizás no tenga la mayor experiencia del mundo, pero el poco aprendizaje que hasta ahora he adquirido, decido compartirlo a partir de estos dos puntos:

1.- Asume la situación de cambio. Repítelo en tu cabeza las veces que sean necesarias.

2.- Date espacio para sentirte triste, molesto, frustrado, impotente y grita, llora... ¡That’s fine, do it!, pero no permitas que estos te invadan día tras día.

3.- Move on!, pasa la pagina!... es una obligación. Ve a sitios que te generen paz: iglesia, playa, bosque o montaña.

4.- Llénate de cosas por hacer, no le des espacio al ocio.

5.- Busca caminos que te llenen y te hagan feliz, invierte toda esas vibras y energías en proyectos guardados.

6.- Nunca te cierres a nuevas oportunidades y no alojes rencores en tu corazón.

7.- Si tienes que volver a soltar, ve al paso 1 nuevamente.

Mas pronto que tarde notaras que eso que dejaste ir ya no te afecta, no ocupa tu mente, recuerda que Dios no te dará más de lo que puedas soportar.

Acepta, abraza el cambio and LET IT GO!.

AC💚